lunes, 2 de abril de 2012


EL PAPEL DE LA RECREACION EN LAS CLASES
DE EDUCACIÓN FÍSICA
“REFLEXIÓN PEDAGÓGICA”





En mi quehacer docente como practicante, tuve que contar con muchas catarsis emocionales que estimulaban de forma frecuente mi creatividad, de esta forma pude experimentar incesantemente aperturas mentales que daban paso exagerado a ideas innovadores que tuviesen gran impacto social en la comunidad escolar. 


Esas mismas ideas me obligaron a encontrar estrategias diferentes para poder abordar a mis estudiantes en múltiples sentidos y garantizarles un óptimo desarrollo integral de sus habilidades físicas, cognitivas, mentales, morales y éticas. La metodología a modo de estrategia empleada por excelencia a criterio personal y profesional fue la recreación, herramienta facilitadora de aprendizajes y el medio más divertido de desarrollar contenidos, evitando  jornadas largas, de aburridas cargas teóricas. Encontré  una forma alterna de aprender a través del juego y la lúdica, lo  que maximiza las exigencias especialmente académicas, además de ser interesantes para la comunidad educativa.

La recreación como herramienta facilitadora de aprendizajes se asocia indudablemente  con el factor intelectual y educativo. Pues desde mi quehacer docente puedo afirmar que los niños aprenden mucho más en ambientes relajados, sin presión. Es por ello que la recreación es fundamental para el desarrollo intelectual de las personas, y en este caso, para los estudiantes que reciben su educación. A la vez, el recrearse proporciona en sí, una forma de  reconocer las experiencias propias y sus relaciones con el  entorno.
 
A lo largo de estas semanas transcurridas en relación a la práctica escolar I, unidad temática de mi carrera profesional, el papel que tuvo la recreación  en mis clases constituye para mis estudiantes experiencias de aprendizaje creativo que les facilita la expresión libre y potencian progresivamente la dimensión lúdica  expresada en el deseo por la clase de Educación Física y sus actividades tanto corporales,  como sensoriales, motrices.  El juego se convirtió en un instrumento necesario para reforzar y construir aprendizajes significativos.

Al interior de mis clases y en pro de un beneficio mutuo y solido quise potenciar de la mejor manera el desarrollo psicosocial de todos mis estudiantes  buscando condiciones de libertad y dignidad, sin distinción o discriminación por motivos de pertenencia a un grupo étnico, idioma, religión, nacionalidad, posición económica u otra condición. De esta misma forma, intente contribuir al disfrute del tiempo disponible como un derecho absoluto incentivando  actividades sociales que potencien toda buena conducta para la creación de lazos de amistad que tejan posteriormente tejidos sociales duraderos.

Como conclusión, la recreación no solo es un sinónimo de juego, lúdica y ocio, ella es también una herramienta facilitadora de aprendizajes para el desarrollo de contenidos que apropian los estudiantes,  sin sentir el golpe que producen las cargas teóricas pesadas. La recreación en la escuela y en la educación física contribuye sin duda alguna al desarrollo personal, generando nuevas formas de pensamiento, una reflexión crítica sobre el automatismo y la acción cotidiana, permitiendo una participación más amplia, libre y aportando a una cultura que tiende a integrar armónicamente las áreas del cuerpo, la sensibilidad y la razón.


 “No debes sólo aprender a jugar, sino aprender jugando
y jugando con lo que aprendes”

José Ángel Quintero Escobar


LA ÉTICA DE UN VERDADERO EDUCADOR FÍSICO.

Desde la perspectiva corporal de la salud integral y condición física, el licenciado en este campo disciplinar tiene el compromiso profesional y ético de predicar para aplicar y exigirse para poder exigir al otro. 


El verdadero educador es aquel ser humano cuya ética profesional no se vulnera frente a las tentativas que ofrece la vida, las cuales resultan en ocasiones  placenteras o siendo el caso, conoce el límite entre el probar para calmar y el probar para vivir probando.


Lo que hoy comúnmente conocemos y etiquetamos como vicio, sin duda alguna es el abismo que empuja al educador para des-quebrantar su ética profesional. ¿Cómo poder exigir mejorar los hábitos de vida de un semejante, cuando no se cuenta con unos propios, aceptables  en la profesión? Es acaso un profesional de la Educación Física, ético cuando al sumergirse en los desordenes existentes deja que el papel protagónico en su vida sea el alcohol, la promiscuidad, el tabaco y la vida nocturna, entre otros. Cayendo quizá en un mundo en donde el cinismo y la contradicción se convierten en el pan diario en su práctica profesional y personal.

¿Cómo poder exigir un buen rendimiento físico en el entrenamiento deportivo o hablar con palabras agigantadas sobre condición física, cuando su propio rendimiento y condición se encuentran descompensadas por el sedentarismo y los vicios oferentes ? ¿Cómo enseñar a los estudiantes a adquirir el ejercicio, la actividad física y el deporte como habito de vida, cuando en la práctica se omite todo aquello que implique un esfuerzo mayor? 


Un pionero verdaderamente ético que ama con toda pasión la carrera que ha servido como medio transformador de un tipo de ser humano, competente en su labor disciplinar para el mundo, debe enseñar que la actividad física diaria incide en la calidad de vida del sujeto, aunque ello no garantice en su totalidad la salud. Sin embargo, para lograrlo debe  poner límites a aquellos agentes externos que influyen en la degradación biológica y social. 



Un educador físico con verdaderos cimientos éticos profesionales puede exigir al otro, cuando se exige así mismo. Pues en todos los casos son referentes, modelos por excelencia cuyos pupilos desean seguir.


Por amor a la vida, a tu carrera, a tu profesión y a la proyección social ¡no nos podemos contradecir más! 



por: José Ángel Quintero
estudiante Educación Física, Univerdidad del Cauca-Colombia