miércoles, 8 de febrero de 2012

¡No Tengo Tiempo!


Señor: he salido a la puerta y afuera había hombres que iban, venían, marchaban, corrían…corrían para no perder tiempo, corrían por persecución del tiempo, para atrapar el tiempo, para ganar tiempo.

¡Hasta luego señor, excúsame, no tengo tiempo. Volveré a pasar, no puedo esperar, no tengo tiempo!, ¡Termino esta carta porque no tengo tiempo!, ¡Me hubiera gustado ayudarlos, pero no tenía tiempo!, ¡Imposible aceptar, me falta tiempo!, ! Me gustaría rezar… pero no tengo tiempo!.

Tu comprendes señor, los hombres nunca tienen tiempo; en la niñez tienen que jugar y no les sobra tiempo, más tarde, tienen que hacer sus deberes, no tienen tiempo; después en el bachillerato o en la universidad tienen sus clases y tanta responsabilidad que no tienen tiempo…

Durante  la juventud, practican deportes, llegan las diversiones, el noviazgo y no hay tiempo. Más tarde, recién casados adquieren su casa, deben limpiarla y con el exceso de trabajo, no tienen tiempo. Cuando ya son padres de familia con hijos, vienen las obligaciones, las discusiones familiares…se agota el tiempo tiempo, Al final de sus vidas, ya muy mayores, enferman, tienen que cuidar su salud; los controles médicos, tratamientos y no tienen tiempo…más tarde ya cuando están agonizando            ¡¡¡ No tienen …  demasiado tarde!!!.
 Ya nunca tendrán tiempo!!!

                                                                                Por: Sarita Rojas.  (Est Edufísica. Unicauca)


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